domingo, 13 de marzo de 2011

Carrillo fue más responsable de Paracuellos de lo que reconoce

El historiador británico Paul Preston asegura que la responsabilidad de Santiago Carrillo en la denominada matanza de Paracuellos fue mucho mayor de lo que el dirigente comunista ha reconocido nunca, incluso en sus memorias.

Paul Preston llega a esta conclusión en el artículo "Las matanzas de Paracuellos", aparecido este mes de marzo en el último número de la revista "Ebro 38. Revista Internacional de la Guerra Civil", que edita el Departamento de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Universidad de Barcelona y Llibres de Matrícula (www.llibresdematricula.cat).
Preston, profesor de la London School of Economics and Political Science y miembro del consejo asesor de la revista, trata este controvertido y polémico episodio de la Guerra Civil española, del que presenta el estado de la cuestión, enriquecido con una investigación propia que demuestra "la complicidad institucional -y de personas concretas que la encarnaban-".
En las conclusiones, el profesor Preston señala que las responsabilidades de Santiago Carrillo, que en aquel entonces ejercía el cargo de máxima responsabilidad en la Consejería de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid, "van mucho más allá de lo que él nunca ha reconocido ni públicaente ni en sus memorias".
Las matanzas de Paracuellos fueron episodios organizados de asesinatos masivos de varios miles de prisioneros, considerados contrarios al bando republicano, que tuvieron lugar durante la batalla de Madrid en el municipio de Paracuellos y el término de Torrejón de Ardoz, próximos a la capital.
Las matanzas se produjeron aprovechando los traslados de presos de varias cárceles madrileñas, una operación que se conocía popularmente como "sacas", y se llevaron a cabo entre el 7 de noviembre y el 4 de diciembre de 1936, mientras se enfrentaban las tropas gubernamentales y franquistas por el control de la ciudad, recuerda el historiador.
Además de la magnitud de los asesinatos, que sigue siendo objeto de controversia y que pudo ascender a entre 2.000 y 5.000, también han suscitado enconadas discusiones aspectos como quién dio la orden de ejecutar a los evacuados de las cárceles y por qué unas sacas terminaron en asesinatos masivos mientras que en otras los prisioneros llegaban sanos y salvos al destino.
Las matanzas de Paracuellos son todavía objeto de una agria polémica, en la que destaca el énfasis que se ha puesto en la responsabilidad que podría haber tenido Santiago Carrillo.

Según Preston, la propaganda nacionalista utilizó la atrocidad de Paracuellos para presentar la República como un "régimen de asesinos comunistas" y hablar de "la barbarie roja", e incluso llegó a afirmar que el número de asesinatos ascendió a 12.000.
Para el historiador, "aunque Carrillo fue una pieza más dentro del entramado de organizadores y ejecutores de las matanzas de Paracuellos, el régimen franquista y los partidos derechistas de los primeros años de la democracia no dejaron escapar la oportunidad de utilizar estos trágicos eventos para denigrarlo constantemente durante los treinta años en que fue secretario general del PCE (de 1956 a 1985)".

Además, el propio Carrillo contribuyó, sin darse cuenta, a convertirse en el centro del asunto de Paracuellos mediante "la absurda y continua negación de estar al corriente", cuando "hay pruebas de peso que, aparte de ser confirmadas parcialmente por algunas de sus propias declaraciones, dejan claro que estuvo totalmente involucrado".
En julio de 1937, poco después de ser nombrado ministro de Justicia, Manuel Irujo inició investigaciones para averiguar qué había pasado a Paracuellos, una de ellas dedicada exclusivamente a determinar el papel de Carrillo en los hechos, pero según Preston, "desafortunadamente, no ha quedado rastro de esta investigación", que seguramente estaba entre los papeles que los servicios de seguridad controlados por el PCE quemaron al final de la guerra.
Según Preston, un total de 405 presos salieron de la cárcel madrileña de Porlier, que "vivió sacas del 7 al 9, el 18, el 22 y del 24 al 26 de noviembre de 1936, además del 1 y el 3 de diciembre", y fueron ejecutados en Paracuellos y Torrejón.
También en ambos pueblos fueron asesinados 400 prisioneros de la cárcel de San Antón, donde se efectuaron sacas el 7, el 22 y del 28 al 30 de noviembre; y cinco lotes de prisioneros procedentes de este centro penitenciario llegaron sanos y salvos a Alcalá de Henares: dos el 7 de noviembre y el resto del 27, 28 y 29.
Las sacas de la cárcel de Ventas tuvieron lugar el 27, el 29 y el 30 de noviembre, además del 1 y el 3 de diciembre, con un resultado de 200 ejecutados en Paracuellos y Torrejón.
Aunque para el historiador británico resulta "imposible afirmar con exactitud cuántos asesinados hubo durante estas cuatro semanas, la cifra se estima entre 2.200 y 2.500 ejecutados".

sábado, 12 de marzo de 2011

Zapatero al descubierto

Articulo en France Soir
(France-Soir, 14 marzo 2010)
Han tardado seis años en descubrir que detrás de la sonrisa de Zapatero sólo había un mal gobernante, pero los principales líderes europeos ya conocen al presidente español, al que le dan de lado y consideran un político dañino para España y para Europa. Como consecuencia de ese sentimiento, la presidencia española de la Unión está siendo la más deslucida y marginada en toda la Historia de la Europa común.

El gobierno alemán de Ángela Merkel está claramente distanciado de Zapatero, al que frena sistemáticamente sus propuestas; el francés Sarkozy, cautivado en un principio por el optimismo del español, ha dicho basta; el también socialista Gordon Brown, primer ministro británico, le teme y cree que la cercanía de Zapatero perjudica su ya decadente carrera como líder laborista; Berlusconi, simplemente, se ríe de su colega español; el presidente permanente belga, Van Rompuy, incapaz de entender al líder español y cansado de sus indefiniciones y trucos, se esconde y no quiere saber nada de él.

Los europeos han rechazado todas las iniciativas destacadas que Zapatero ha presentado como presidente de turno, desde sus recetas económicas para afrontar la crisis, hasta sus iniciativas por levantar las sanciones y cautelas de la Europa democrática frente a China y Cuba, sin olvidar el interés especial de Zapatero por abrir a Turquía las puertas de la Unión Europea. La experiencia europea de Zapatero está siendo un calvario y lo peor no ha pasado todavía porque los principales líderes europeos ya le han descalificado y no están dispuestos a soportar sus sandeces.

En los pasillos de Bruselas se comenta que Merkel, Sarkozy y otros presidentes europeos están indignados por la pésima imagen que Zapatero está dando a Europa como presidente de turno, sobre todo en política exterior, donde es especialmente grave la amistad y apoyo de Zapatero a dictadores sanguinarios como los que aplastan a los pueblos de Cuba, Irán, Venezuela y otros.

El primer gran problema en Europa de Zapatero, que se estrenaba como presidente de turno, fue el rechazo al proyecto de aprobar un catálogo de sanciones para los Estados miembros que no cumplieran con los objetivos que se fijasen para Europa. Alemania dijo no y consideró incoherente que Zapatero pretenda aplicar en Europa lo que ha sido incapaz de aplicar en España.

Pero la humillación más hiriente, quizás la peor hecha por Europa a un presidente de turno en toda su historia, tuvo que padecerla Zapatero cuando fue excluido de la negociación del plan de rescate para Grecia y de la foto final, que fue lo que más le dolió. Lo pidió y hasta lo exigió, pero al final aparecieron en público Angela Merkel y el francés Nicolas Sarkozy, con Van Rompuy. Zapatero, visiblemente crispado y con el rostro demacrado por la rabia, tuvo que comparecer solo ante la prensa.

El mas reciente rechazo es el lanzado por numerosas asociaciones civiles europeas contra el inquietante documento sobre Internet que la presidencia española de la UE ha remitido a sus socios comunitarios. ¡Nadie quiere la Inquisición española!, grita La Quadrature du Net, que, en un comunicado urgente, denuncia la deriva oscurantista de la presidencia española e invita a oponerse a esta visión extremista y peligrosa.

Joaquín Almunia no oculta su desprecio por el dirigente español en sus conversaciones privadas y en alguna que otra pública. El comisario cree que, bajo Zapatero, la economía española no tiene otra salida que el colapso. Hasta Durao Barroso, hasta hace poco un admirador del socialista español, ya le da la espalda y procura no aparecer a su lado.

La última puñalada de Europa a Zapatero es reciente: el 25 de febrero la Comisión Europea , ya visiblemente contrariada porque el presidente español no hace caso a los consejos y recomendaciones que le dan las instituciones y los expertos, advirtió que la subida del IVA aprobada por Zapatero será perjudicial y frenará la salida de la crisis en España.

En España, un ZP aislado y terco como una mula, continúa avanzando hacia el abismo y llevando a su pueblo hacia el desastre, acompañado por un PSOE esclavizado y tan adicto al poder que parece dispuesto a sacrificar todo, incluyendo a la propia España , con tal de no dar el brazo a torcer y desprenderse del inepto que malgobierna la nave.

Los españoles, sometidos a un régimen que ya no consideran que sea una democracia, se sienten frustrados, sin confianza en el liderazgo, con miedo al futuro, presos del sistema y sin capacidad para lograr que Zapatero dimita y convoque elecciones anticipadas, como debería hacer si tuviera dignidad.

Internacionalmente aislado, Zapatero es también rechazado por un Obama al que le preocupa la pérdida de credibilidad del dirigente español. El presidente mulato de los Estados Unidos de América, antes admirado como un dios progresista, ya empieza a ser criticado entre los asesores de la Moncloa, mientras Zapatero sigue manteniendo la tesis suicida de que solo él tiene razón y que todos los demás están equivocados.

Sus únicos amigos en esta terrible coyuntura son los sindicatos, el degradado y sometido PSOE, la legión de los colocados y paniaguados que esquilman a diario las ubres del Estado y la multitud de fanáticos que la izquierda española ha reclutado en sus filas, tan cargados de odio contra la derecha que son incapaces de cuestionar a los suyos aunque hundan el país.

La broma nos sale cara

EDITORIAL DE LA GACETA

Decía Abraham Lincoln que no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo. El Gobierno español lo ha intentado, pero ha terminado comprobando que la realidad acaba siempre por imponerse y, en este caso, por aplastarnos. Una a una van cayendo todas las falsedades con las que el Ejecutivo esperaba engatusar a los inversores y a los Gobiernos extranjeros. Ni el conjunto de las autonomías ha cumplido con los objetivos de déficit establecidos para 2010 ni nuestro sistema financiero puede reputarse como el más sólido del mundo. Al contrario, las agencias de calificación han puesto de manifiesto nuestras vergüenzas: el despilfarro autonómico representa el gran lastre de la solvencia del Estado y nuestro sistema financiero, muy en especial las cajas de ahorros copadas por los políticos, requiere de al menos 40.000 millones de euros para cubrir el boquete financiero que han generado sus malas inversiones. Esta mascarada socialista, sin embargo, no nos resultará inocua. Con sus reiterados engaños, Zapatero ha desaprovechado los mejores momentos de que disponíamos para captar capital y reestructurar nuestro sistema bancario. Ahora, una vez desacreditados por mendaces ante los ojos de los extranjeros y degradados reiteradamente por las agencias de rating, tenemos que salir a los mercados a captar miles de millones de euros destinados a seguir financiando los derroches autonómicos y a salvar de la quiebra a esos cortijos políticos llamados cajas de ahorros.
Una operación que en absoluto nos saldrá barata, pues cuanto mayor es la desconfianza en nuestra economía –y mientras Zapatero y sus cuates socialistas sigan en el poder, esa desconfianza no hará más que crecer–, mayores son los tipos de interés que deberemos ofrecer para convencer a los prudentes inversores extranjeros de que nos confíen sus ahorros. Grecia, Irlanda o Portugal ya han experimentado qué significa padecer unos tipos de interés por encima del 7%, tortuoso vía crucis que suele concluir en la suspensión de pagos del país.
En nuestro caso, semejante catástrofe conllevaría muy probablemente el fracaso del euro y de la integración europea, motivo por el cual nuestros acreedores y socios comunitarios, en especial Francia y Alemania, llevan meses evitando que nos despeñemos. Mas ninguna paciencia es infinita y si el Gobierno sigue vendiendo el gato de sus camelos reformistas como si fueran liebres de profundas liberalizaciones, la red francoalemana de la que hemos disfrutado durante el último año desaparecerá.
Ahí está la elevadísima tasa de inflación del 3,6%, muy por encima de la media comunitaria, como síntoma de la inoperancia socialista a la hora de eliminar los corsés que impiden a nuestra economía recuperar competitividad. El desaguisado de nuestro mercado energético (estrellado contra el carísimo despropósito de las renovables) y de nuestro mercado laboral (controlado por unos sindicatos cuyas políticas izquierdistas son las culpables de nuestros cinco millones de parados) imposibilitan que podamos generar empleo de calidad con el que producir bienes y servicios competitivos. Nos abocamos a un escenario estanflacionista, el peor de los mundos imaginables: estancamiento con inflación.
En estas condiciones y con este desnortado capitán, ¿quién le prestará dinero a España? Cada vez nuestras opciones son menores y a Zapatero aún le resta un larguísimo año en La Moncloa para terminar de hundirnos... si un adelanto electoral no lo remedia.

viernes, 11 de marzo de 2011

Los Tedax de Madrid mantienen que recogieron cientos de pruebas

ÁNGELA MARTIALAY
Desde pasadas las 9:30 horas de este viernes, la titular del Juzgado Número 43 de Madrid Coro Cillán interroga a los Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX) que el 11 de marzo de 2004, y en los días posteriores, participaron en la recogida de vestigios en los focos de los atentados terroristas de Madrid.
La magistrada ha citado este viernes -coincidiendo con el séptimo aniversario del mayor atentado terrorista de Europa- en calidad de testigo a 24 Tedax que aquel trágico día participaron en la recuperación de restos de la masacre.
Estas declaraciones se producen en el marco de investigación judicial abierta en 2009 a raíz de la querella que la Asociación de Ayuda a la Víctimas del 11M presentó contra el ex-jefe del operativo Juan Jesús Sánchez Manzano y la perito de los Tedax por los delitos de omisión del deber de perseguir delitos, encubrimiento por ocultación de pruebas y de falso testimonio en torno a los atentados del 11-M.
Un grupo de los agentes citados pertenecían aquel 11 de marzo a la Brigada Provincial de los Tedax de Madrid, mientras que el resto eran miembros de la Unidad Central de los artificieros que dirigía por aquel entonces Sánchez Manzano. Todos los agentes participaron de alguna forma en la inspección, recogida y traslado de los restos de artefactos hallados en las vías de acceso a Madrid, la calle Téllez y en las estaciones de Cercanías de Santa Eugenia, El Pozo del Tío Raimundo y Atocha.
Según han informado fuentes jurídicas, los Tedax de la brigada madrileña han mantenido este viernes en los juzgados de Plaza de Castilla (Madrid) la versión que ya dieron durante el juicio por los atentados en la Audiencia Nacional: que ellos recogieron todos los vestigios que a posteriori desaparecieron. Se refieren a los kilos y kilos de muestras de algodón con acetona, arena, tierras, restos de los cráteres, ropa de las víctimas, chapas, etc, cuyo paradero se desconoce a día de hoy.
Asimismo, los agentes de la Unidad de Madrid han declarado que "no es normal" que no se fotografiaran todos los vestigios que se recogieron en los días posteriores al 11M ni tampoco que "no se redactara el acta" que acreditara la existencia de éstos. Además, estos testigos señalan que los Tedax de la Unidad Central se llevaron todas las muestras que luego desaparecieron.
La destrucción de estas pruebas impidió que la investigación judicial pudiera determinar sin lugar a dudas la marca comercial del explosivo utilizado por los terroristas del 11-M como arma homicida. Los interrogatorios continuarán esta tarde en el juzgado de Instrucción Número 43 de Madrid.

Las mayores manipulaciones en la investigación del 11-M

SÉPTIMO ANIVERSARIO DE LA MASACRE
Siete años después de la matanza, sigue habiendo puntos oscuros en torno a los pilares de la versión oficial.
LUIS DEL PINO
¿Existe una conspiranoia en torno al 11-M? ¿Existen los conspiranoicos? ¿Hay realmente personas que mantengan teorías delirantes sobre la masacre, basadas en datos ridículos, para tratar de culpar del 11-M a unos inverosímiles autores? ¿Hay gente que, ante la imposibilidad de construir una teoría coherente, pretenda "explicar" el 11-M mediante un totum revolutum donde se mezcla todo y a todos, en una especie de conspiración universal?
¡Claro que sí! Desde hace siete años, ha habido personas y medios de comunicación que se han dedicado, sin sonrojarse, a atribuir el atentado del 11-M - el mayor atentado de la Historia de España - a un grupo de camellos de medio pelo que jamás había puesto antes un petardo en un cajero. Y, para atribuirles el atentado, nos han tratado de vender teorías delirantes, basadas en datos ridículos, según las cuales en la ideación y perpetración de la masacre habrían participado confidentes de la Policía, hindúes, musulmanes, católicos, confidentes de la Guardia Civil, radicales islamistas de al menos cinco países distintos, narcotraficantes de baja estofa, mineros asturianos esquizofrénicos, confidentes del CNI e incluso chóferes de embajada.
Por supuesto que hay conspiranoicos: son los defensores de una "versión oficial" mutante, que hace mucho tiempo que se cayó a pedazos.
A lo largo de estos siete años, los medios de comunicación independientes hemos ido poniendo sobre la mesa una serie inagotable de abrumadoras evidencias de manipulación, que dejan a las claras que la versión oficial del 11-M no resiste el más mínimo análisis racional. Les ofrecemos en estas páginas un pequeño muestrario de las manipulaciones más escandalosas que la investigación periodística ha ido poniendo de manifiesto.
1. El escamoteo de los trenes
Cuando se produjo el accidente del metro de Valencia en 2006, el convoy siniestrado se mantuvo guardado bajo una loneta durante dos años, para que las compañías de seguros pudieran realizar los peritajes que consideraran oportunos. En el 11-M, los vagones atacados comenzaron a ser desguazados ¡cuarenta y ocho horas después de la masacre!, destruyendo así los escenarios del crimen e impidiendo posteriores averiguaciones. Desaparecieron 90 toneladas de restos. Cuando en el juicio del 11-M se solicitó a la Policía que aportara las muestras guardadas, para poder realizar contra-análisis, sólo se pudieron aportar unas pocas decenas de pequeños fragmentos, de los que ni siquiera existe constancia de que provengan de los trenes del 11-M.
2. El escamoteo de los análisis
No sólo se escamotearon los escenarios del crimen. Si al menos se hubieran realizado análisis de los restos antes de destruirlos, contaríamos con la información necesaria para saber cómo eran las bombas del 11-M: qué explosivo se empleó, qué iniciadores y detonadores se usaron, cómo estaban confeccionadas esas bombas... Pero los trenes se comenzaron a desguazar ¡sin ni siquiera analizar apropiadamente los focos de explosión, para determinar el tipo de explosivo! Los restos de los focos de explosión nunca se llegaron a enviar a la Policía Científica, como era preceptivo. Esa es la razón de que las víctimas del 11-M se hayan querellado contra el responsable de que esos análisis no se llevaran a cabo: el entonces comisario jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano.
3. Los perros holgazanes
¿Por qué se destruyeron los escenarios del crimen, sin ni siquiera analizar cuál era la composición de las bombas? No hace falta ser muy mal pensado para sospechar que eso permitía hacer aparecer fuera de los trenes pruebas manipuladas, con las que poder construir una versión oficial adecuada. La primera de esas pruebas apareció en la propia mañana del 11-M, en Alcalá de Henares: una furgoneta Kangoo que nos dijeron que había sido utilizada por los terroristas. Al llevar esa furgoneta al complejo policial de Canillas, aparecieron en ella varios detonadores y un resto de cartucho de Goma2-ECO. Sin embargo, esa furgoneta había sido examinada en Alcalá de Henares por dos perros distintos, sin que esos perros detectaran en ella la presencia actual o pasada de explosivos. ¿De dónde salió entonces el explosivo?
4. La furgoneta fantasma
La lógica nos dice que en esa furgoneta no había ningún resto de explosivo aquella mañana, en Alcalá de Henares. Por eso no lo olieron los perros. Sin embargo, en el complejo policial de Canillas apareció un resto de explosivo en esa furgoneta. ¿De dónde salió ese trozo de Goma2-ECO? La respuesta quizá nos la dé un hecho muy llamativo: entre la hora real de llegada de esa furgoneta al complejo policial de Canillas y la hora "oficial" de entrada, hay una discrepancia de una hora. Es decir, aquella furgoneta estuvo desaparecida durante una hora a efectos oficiales. Tiempo más que suficiente, por supuesto, para meter en ella lo que a uno le apetezca. Por ejemplo, un resto de cartucho de Goma-2 ECO.
5. La mochila surgida de la nada
La segunda de las pruebas aparecidas fuera de los trenes es la denominada "mochila de Vallecas", que fue "encontrada" dieciocho horas después de la masacre, también en dependencias policiales: concretamente, en la comisaría de Puente de Vallecas. Nos dijeron que se trataba de una bomba sin estallar procedente de los trenes. ¿Pero cómo llegó esa bomba a una comisaría? Nadie vio esa supuesta bomba en las estaciones, nadie la vio durante el extraño recorrido que supuestamente realizó por Madrid y ni siquiera figura en el propio inventario que se realizó en la comisaría de Puente de Vallecas. Y, sin embargo, a pesar de no haber ni el más mínimo testimonio ni evidencia documental que la ligara con los trenes, la Justicia la dio por buena como prueba y a partir de un teléfono móvil encontrado en su interior se comenzaron a realizar detenciones y se construyó toda la versión oficial de la masacre.
6. La bomba imposible
Las evidencias de que esa mochila de Vallecas es otra prueba falsa más son abrumadoras. En esa mochila había 10 kilos de dinamita, medio kilo de clavos y tornillos usados como metralla, un detonador y un teléfono móvil. Se supone que el funcionamiento de esa bomba era el siguiente: al llegar la hora programada, se activaba la alarma del teléfono, lo que hacía actuar el detonador. Sin embargo, los experimentos de laboratorio realizados en Libertad Digital demostraron que aquel teléfono no daba ni la mitad de la corriente requerida para garantizar la explosión del detonador.
7. La metralla que no aparece
El dato que más contundentemente demuestra la falsedad de la mochila de Vallecas es que esa bomba "aparecida" en una comisaría contenía metralla terrorista, en forma de clavos y tornillos. Si las bombas que estallaron en los trenes del 11-M hubieran sido como la mochila de Vallecas, entonces obligatoriamente habrían tenido que aparecer clavos y tornillos en los cuerpos de las víctimas del 11-M. Sin embargo, la forense que coordinó las autopsias de las víctimas del 11-M dejó claro públicamente que en aquellas autopsias no aparecieron ni clavos, ni tornillos. Por tanto, las bombas de los trenes no podían ser como la mochila de Vallecas.
8. El libro de caja falsificado
¿De dónde salió ese teléfono que se encontró en la mochila de Vallecas? Pues nos dicen que se vendió en la tienda de unos hindúes, los cuales fueron detenidos durante la jornada de reflexión de las elecciones de 2004, para ser puestos en libertad pocas semanas después. ¿Cómo se pudo demostrar que esos hindúes habían vendido ese teléfono? Pues gracias al libro de caja de su tienda. Sin embargo, el análisis de los documentos aportados al sumario permitió demostrar, más allá de toda duda razonable, que aquel libro de caja había sido falsificado a posteriori del 11-M.
9. El imposible viaje a la mina
¿Y la Goma2-ECO que contenía la mochila de Vallecas? ¿De dónde salió? Pues nos dicen que tres marroquíes viajaron a Asturias el fin de semana del 28 al 29 de febrero de 2004 y se trajeron un par de cientos de kilos de explosivos. ¿De dónde los sacaron? Pues de una mina asturiana, a la que fueron de noche para sustraer los explosivos, gracias a las indicaciones de un ex-minero. Sólo hay un pequeño problema: aquel fin de semana se produjo la mayor nevada del siglo, y es absolutamente imposible que aquellos tres marroquíes hubieran podido, ellos solos, encontrar la mina en mitad de un monte cubierto de nieve, tal como confirmó ante el tribunal del 11-M uno de los funcionarios de la Guardia Civil que acudió a declarar como testigo en el juicio.
10. Los suicidas educados
La mochila de Vallecas era entonces una prueba falsa, que sirvió para dos cosas: para engañar a la opinión pública acerca de la composición de las bombas del 11-M y para comenzar a detener falsos culpables y construir una versión oficial del atentado. Unas semanas después de la masacre, la Policía rodeó en un piso de Leganés a algunos de los presuntos autores materiales de la matanza (a los que se había llegado a partir de las pruebas encontradas en la mochila) y éstos se suicidaron, haciendo estallar el piso. Resulta sorprendente que aquellos terroristas islámicos no se suicidaran en los trenes del 11-M, en contra de su costumbre. Todavía más sorprendente es que se suicidaran varias semanas después de la masacre, en un piso de Leganés. Pero lo más sorprendente de toda aquella historia de suicidio colectivo es que esos feroces terroristas de Leganés esperaron disciplinadamente durante varias horas a que la Policía desalojara ocho bloques de viviendas, antes de hacerse volar por los aires. ¿Se le ocurre a alguien alguna explicación para tan educado comportamiento en unos islamistas suicidas?
11. Llamadas imposibles
Para convencer a la opinión pública de que en aquel piso de Leganés se habían hecho volar unos terribles terroristas islámicos, se nos dijo que esos "suicidas" habían realizado una serie de llamadas de despedida a sus familiares en Marruecos y en Túnez. Sin embargo, es imposible que esas llamadas se realizaran desde aquel piso que voló por los aires, por la sencilla razón de que ¡uno de los teléfonos utilizados para hacer esas llamadas seguía activo meses después de que el piso explotara!
12. El falso testamento
Para convencernos del carácter suicida de los que volaron en el piso de Leganés, se nos dijo también que uno de aquellos "suicidas" había dejado un testamento dirigido a su familia. Sin embargo, también se pudo demostrar que aquel testamento no era más una falsificación burda. Tan burda, ¡que alguien había añadido una firma en caracteres occidentales a una carta escrita por un marroquí a su familia en Marruecos y que estaba escrita y firmada, como es natural, en árabe!
13. Las no autopsias
¿Pero acaso no hubiera sido fácil demostrar si aquellos supuestos terroristas encerrados en el piso de Leganés se habían suicidado o no? ¿No habría bastado con realizar las correspondientes autopsias, para ver de qué habían muerto? Claro que sí. El único problema es... que esas autopsias no se llegaron a realizar, contraviniendo la propia Ley de Enjuiciamiento Criminal. Incluso se llegó a impedir durante días que la Policía Científica accediera a los cadáveres.
14. La estafa de las detenciones
Todo el sumario del 11-M no es más que una monumental estafa, destinada a convencer a la opinión pública de que el 11-M fue un atentado islamista y de que las autoridades habían investigado y demostrado convenientemente el asunto. Sin embargo, la realidad es que a lo largo de la instrucción del sumario se detuvo, en efecto, a 116 personas... de las que sólo tres resultarían finalmente condenadas por el 11-M. De las tres, uno de ellos es un confidente policial asturiano, el otro es un camello de medio pelo y el tercero (el único al que se acusa de colocar una bomba) no tiene ni la más mínima relación comprobada con ninguno de los restantes acusados que se sentaron en el banquillo.
15. Los improbables testigos
La historia del único condenado por colocar una bomba del 11-M, Jamal Zougham, resulta de lo más curiosa. Se le detuvo en plena jornada de reflexión de las elecciones de 2004, por haber vendido, supuestamente, la tarjeta utilizada en el teléfono encontrado en la mochila de Vallecas. Sin embargo, se le terminó condenando por otra cosa distinta: por colocar una bomba en el tren. Y es que, con posterioridad a su detención, aparecieron hasta ocho testigos que decían haber visto a Zougham con una mochila en los trenes de la muerte. Sólo hay un problema: si los ocho testigos dijeran la verdad, ¡ese marroquí tendría que haber estado en cuatro trenes simultáneamente, cosa evidentemente imposible! ¿Cómo solventó el asunto el tribunal del 11-M? Pues muy fácil: quedándose con tres de los testimonios e ignorando las contradicciones que esos testimonios presentan.
16. El terrorista gimnasta
Las investigaciones periodísticas demostraron, asimismo, que la Policía ocultó al juez del 11-M datos que apuntaban a la inocencia de Jamal Zougham. Por ejemplo, que la noche anterior al atentado, ese marroquí no estaba preparando ninguna bomba, sino haciendo tranquilamente ejercicio en un gimnasio de la Plaza Elíptica de Madrid.
17. La casa del islamista
¿Dónde se supone que se montaron las bombas del 11-M, según la versión oficial? Pues nos dicen que se montaron la noche anterior al atentado en un chamizo de Morata de Tajuña, que habría sido alquilado por los terroristas meses antes del 11-M. ¿Y quién era el dueño de esa casa? Pues era un matrimonio de origen sirio y se da la circunstancia de que el marido estaba cumpliendo condena desde antes del 11-M por pertenencia a Al Qaeda. O sea, que según la versión oficial, el 11-M fue un atentado de Al Qaeda, preparado en la casa de un miembro de Al Qaeda. Cuadra bastante, ¿verdad? Bueno, pues resulta que al miembro de Al Qaeda en cuya casa nos dicen que se montaron las bombas del 11-M... ¡ni siquiera le llegaron a imputar durante la instrucción del sumario! Ni tampoco a su mujer, que era quien había formalizado aquellos contratos de alquiler.

martes, 8 de marzo de 2011

Aznar reclama un adelanto electoral ya: "Es urgente, cuanto antes"

RECUPERA A MANUEL PIZARRO

También en materia energética la mejor solución es un adelanto electoral. Así lo asegura Aznar que, junto a Pizarro, se mofó de las medidas de Zapatero.

Pablo Montesinos
José María Aznar ha recuperado a Manuel Pizarro, patrono de la fundación FAES que preside, para presentar su informe sobre la situación energética española y dar a conocer una serie de medidas a fin de resolver los problemas actuales, y enumeró unos cuantos.
Eso sí, la principal solución que da el ex presidente en esta materia es exactamente la misma que ofrece para el resto de dificultades que atraviesa el país, y de calado exclusivamente político: una convocatoria de elecciones anticipadas.
"Es urgente que cuanto antes se dé voz a los españoles para que puedan corregir en las urnas los muchos y muy graves errores de los últimos años y, entre todos, podamos volver a situar a España en la senda de la prosperidad", defendió a Aznar.
Sin embargo, en la primera línea de sillas, reservadas para autoridades, a penas hubo rostros conocidos del Partido Popular. No asistió nadie de la dirección nacional -Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal participaban en esos instantes en un acto en Castilla La Mancha- siendo la máxima representación de la formación Luisa Fernanda Rudi, cabeza de cartel por Aragón.
Las medidas de Zapatero
Partiendo de la base de que, lo mejor y primordial, sería ver a José Luis Rodríguez Zapatero lo más lejos posible de La Moncloa, Aznar quiso hacer hincapié en la seriedad del documento expuesto, reuniendo "a un amplio grupo de expertos en la materia para solicitarles su opinión y sus propuestas sobre las áreas de responsabilidad de cada uno".
Traducido: "No tiene nada que ver con las ocurrencias de quienes pretenden simular que la política energética es un concurso de pegatinas, o un juego de bombillas que reparten en correos y de farolas que se pagan en carreteras, o en un pase de modelos de sin corbata, o una subasta de neumáticos, o un acertijo de nuclear, quizá sí, pero Garoña no".
Una retahíla de incongruencias que, a ojos de Aznar, quedan rematadas con "veladas amenazas de cortes del suministro a mitad del invierno que nos retraerían a tiempos que creíamos superados hace bastantes décadas".
El papel de Manuel Pizarro
Frente a ello, Aznar presenta su informe, amplio y demoledor como de costumbre, y que parte de dos premisas imprescindibles: "Una estrategia energética" que exige una "visión a largo plazo" y que ésta involucre "a toda España" y no se lleve por individualismos. Y, encima, con el sello de Pizarro, uno de los grandes hombres de la Economía.
Ni el ex presidente de Endesa, ni tampoco Aznar, evitaron el debate nuclear: "Francia ha invertido en nucleares y no sufre la grave dependencia energética que tenemos en España", expuso el líder de FAES, que a renglón seguido enumeró sus beneficios y aseguró que es una energía que permite "el suministro de electricidad sin altibajos en su continuidad derivados de fenómenos atmosféricos".
Eso es un trabajo bien hecho, esgrimió, frente a quienes lo hacen mal, como el Gobierno socialista, "subvencionando sin freno ni medida fuentes energéticas que no son capaces de competir en condiciones de mercado y que, por tanto, encarecen la producción española y le restan competitividad".
La situación en el Norte de África
Aznar también habló de las renovables, y "de la barra libre impuesta al margen de la racionalidad económica", y le dedicó un capítulo especial a la situación de tensión máxima que se vive en el Norte de África y Oriente Próximo, regiones de "indudable relevancia geoestratégica" para el país.
En este sentido, advirtió que "no parece tan claro que las ansias de libertad, democracia con Estado de derecho, y de gobiernos decentes que subyacen en estas revueltas ganen pronto la batalla", lo que se traduce en problemas de abastecimiento.
Hilo argumental que le hizo volver a España, para rematar: "Hoy todos los españoles somos conscientes del tremendo año" que las políticas del Ejecutivo "han hecho al presente y al futuro de la economía". Por ello, según Aznar, "el objetivo es volver a hacer las cosas bien cuanto antes". "Es el momento de preparar las decisiones para el modelo energético que deberemos tener a quince años vista", remató.